La fiesta más destacada de Baviera transcurre en un espacio cerrado y con horarios. Cierran el tinglado a las 23:00, no vayan a molestar a los vecinos. Por comparación me vienen a la cabeza los San Fermines, una fiesta contínua durante una semana, día y noche, en medio de la ciudad y en contacto directo con ésta. No vi ni un borracho.
En el fondo es como una feria temporal pero mucho más grande, con el olor a fritanga en todas partes y atracciones de segunda categoría, aunque todo adornado con prominentes escotes que competían en acaparar la atención con las luces de las casetas. No hay música de organillo a todo volumen pero sí escuché a King África por ahí. Como los lugares comunales típicos para beber cerveza estaban abarrotados y no cabía un alfiler y además los pretzels estaban a dos eurazos, dediqué el tiempo a andar por ahí de safari fotográfico.
2 comments:
Sencillamente espectacular!!! Brilliant!!!!
Espectacular!!! Brilliant!!!
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